
OPTIMISMO ¿Es la clave para el futuro laboral?
El futuro del mercado laboral es incierto. El Instituto Global McKinsey estima que la mitad de todos los trabajos podrían automatizarse para el año 2055. Las disrupciones están ocurriendo más rápido que nunca en toda la industria. La inteligencia artificial y la robótica afecta la vida de profesionales incluso creativos y con estudios. De hecho los planes de estudios de las instituciones, no pueden seguir el ritmo rápido y vertiginoso con el que cambian las habilidades laborales.
La brecha en las habilidades blandas
El proyecto “Skill Gap” del Foro Económico Mundial, busca resolver la desconexión entre los sistemas educativos y las habilidades críticas necesarias para el futuro. Hablar de una brecha de habilidades no es nuevo, por supuesto, pero cada vez más la conversación está cambiando a un reconocimiento de que la brecha de habilidades no puede resolverse sólo a través de habilidades técnicas y vocacionales. No es una simple cuestión de ofrecer clases de programación para niños o proporcionar programas de reciclaje para los desempleados. Las habilidades blandas son fundamentales para cerrar la brecha.
El proyecto Oxygen de Google estudió las cualidades de sus mejores empleados y descubrió que siete habilidades blandas tenían una clasificación más alta que la experiencia técnica:
- Sé un buen coach
- Empoderá a tu equipo y no hagas micromanagement
- Expresá interés en el éxito de los miembros del equipo y el bienestar personal
- Sé productivo y orientado a resultados
- Sé un buen comunicador y escucha a tu equipo
- Ayudá a tus empleados con el desarrollo profesional
- Tené una visión clara y estrategia para el equipo
El Centro para la Educación Global de la Sociedad de Asia está de acuerdo, citando siete habilidades blandas que son fundamentales para que los jóvenes se conviertan en adultos adaptables:
- Pensamiento crítico y resolución de problemas
- Colaboración y liderazgo por influencia
- Agilidad y adaptabilidad
- Iniciativa y emprendedurismo
- Buenas habilidades de comunicación orales y escritas
- Acceder y analizar información
- Curiosidad e imaginación
Cambio de mentalidad
Inculcar habilidades blandas en los jóvenes en última instancia implica un cambio de mentalidad. Todos estos cambios de mentalidad están enraizados en el optimismo y el movimiento de psicología positiva. Martin Seligman, cuya investigación pionera a fines del siglo XX demostró que se puede enseñar optimismo, encontró una correlación directa entre el optimismo y la capacidad de recuperación. Patrick Steinfort descubrió que el optimismo y la agilidad juntos predecían mejores actuaciones deportivas. Y Albert Bandura descubrió que convertir los pensamientos negativos en pensamientos positivos es uno de los elementos críticos del desarrollo de la autoeficacia. El optimismo individual, la tendencia a esperar resultados personales positivos, es clave.
La naturaleza humana nos hace ser optimistas individuales y pesimistas sociales, es decir, optimistas sobre nuestro futuro personal, pero pesimistas sobre el futuro del país o del mundo. Pero imaginen, en cambio, un mundo en el que los jóvenes sean pesimistas individuales, creyendo que su propio futuro será sombrío.
Ese mundo viene antes de lo que pensamos. Los Millennials en el mundo occidental ya creen que serán menos felices y tendrán menos éxito financiero que sus padres. Necesitamos intervenir temprano, enseñando optimismo a los jóvenes antes de que el pesimismo individual arraigue.
Enseñando optimismo
Afortunadamente, un movimiento dentro de los campos de la educación y la psicología positiva reconoce los beneficios del optimismo en el aprendizaje en los primeros años de la educación.
Ya sea a través de las escuelas locales, ONG trabajando en conjunto con las escuelas o la interacción de los padres en el hogar, fomentar el optimismo en los jóvenes y desarrollar las habilidades sociales y ambientales es de importancia crítica, incluso a expensas de las habilidades académicas básicas. Algunas escuelas han hecho esta compensación o desviado recursos a programas de aprendizaje social y ambiental, pero tenemos un largo camino por recorrer para llevar las habilidades blandas al centro del plan de estudios moderno. Necesitamos el optimismo juvenil para brindar esperanza para un futuro mejor.
Fuente: rework